Extensión

De Amereida

Humedal y dunas bajas (nevkas), sector norte del estero

La Ciudad Abierta de Ritoque se erige en 277 hectáreas ubicadas a 4 kms. al norte de la desembocadura del río Aconcagua. Sus terrenos comprenden un extenso campo dunario, humedales con una extraordinaria diversidad de flora y fauna, quebradas, campo y un borde de playa de más de 3 kilómetros.

Parque Costero, Cultural y de Recreación Amereida

Parque Costero que conforma un sólo conjunto armónico en un terreno común que no se subdivide en lotes, en que priman los espacios libres. Superficie del terreno: 277.5 há.

Seccional Amereida

Seccional Amereida. Parque Costero, Cultural y de Recreación Parque Costero, Cultural y de Recreación Amereida. Ciudad Abierta. Satelital

Cartografías y Mapas de la naturaleza

Cartografías y Mapas de la Naturaleza

Entorno Natural / Asociaciones de vegetación

La Ciudad Abierta está constituida por distintos ecosistemas: costas de playa, médanos, dunas libres, acantilados muertos, quebradas de bosque esclerófilo, praderas con matorral mediterráneo y gran parte del Humedal de Mantagua.

Ubicada en la latitud 32°53´S, donde la gran cuenca del río Aconcagua se encuentra con el Océano Pacífico, la zona se caracteriza por un clima mediterráneo costero. Sus estaciones marcadas y la complejidad biofísica del entorno la convierten en un espacio privilegiado para la vida de numerosas especies. Uno de los fenómenos naturales más importantes es la acogida de especies migratorias que visitan sus ecosistemas y que sitúan a la Ciudad Abierta en un punto estratégico en la costa pacífica.

Actualmente los terrenos se encuentran bajo la categoría de Parque de Recreación Urbana e incorporados al contexto de ordenamiento territorial de la Provincia de Valparaíso como Seccional Amereida.

Playa de arena expuesta

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Por más de tres kilómetros se extiende el espacio costero de playas que conforma el límite de la Ciudad Abierta por el oeste. Sus arenas grises provienen de la Cordillera de Los Andes y son traídas permanentemente por el río Aconcagua. La playa y las variaciones de mareas generan un ecosistema donde abundan las aves depredadoras de invertebrados y cuyo valor precisa de renovados esfuerzos de conservación y usos compatibles con su riqueza natural. El borde de alta marea se encuentra flanqueado por la especie Ambrosia chamissonis.

Médanos

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En Ritoque se encuentra uno de los campos de dunas más importantes de la costa centro-norte de Chile, en la cual se reconoce una zonificación característica de formación dunaria desde la playa, pasando por los médanos y que finalmente conforman el mar de duna libre interior. A estos ecosistemas se asocian interesantes especies vegetales de sustratos arenosos (catastro 1984).

Kholer en 1970 propone las dunas de Ritoque como “sitio de interés científico”, debido a que en ellas se conjugan elementos naturales, vegetación específica, fauna asociada y elementos culturales, además de su ubicación estratégica dada su proximidad a centros industriales, urbanos y de intensa actividad turística.

A lo largo de las dunas en el ecosistema de médanos existen conchales prehispánicos. Estos conchales arqueológicos tienen restos de cerámicas de la cultura del Bato, Llolleo y Aconcagua que han poblado la zona de Ritoque. Este tipo de vestigios son actualmente monumentos nacionales.

Los médanos corresponden a una vegetación agrupada formando elevaciones discontinuas en la duna tras la línea de alta marea. Estas formaciones “lenticulares” son producidas por las plantas que se agrupan generando procesos acumulativos de la arena. La vegetación dominante esta compuesta por Carpobrotus chilensis, Juncus sp., Baccharis macraei y Schinus polygama.

Humedal Urbano Mantagua

Este humedal ha sido declarado humedal urbano.

Un humedal es una superficie terrestre que, debido a factores naturales o artificiales, se inunda de manera temporal o permanente. Este fenómeno genera condiciones propicias para la vida de múltiples especies animales y vegetales.

El humedal Mantagua es un sistema integrado por el estero Quintero y la laguna Mantagua que a su vez pertenece a una red de humedales a nivel nacional. Dentro de este espacio conviven 78 tipos de aves entre residentes y migratorias. Existen, además, un total de 183 especies de vertebrados, de las cuales 24 son endémicas y 41 de ellos se encuentran en alguna categoría de conservación. A estas se suman 132 especies vegetales colectadas hasta la fecha.

Los terrenos de la parte norte de la Ciudad Abierta, contienen una gran porción del Humedal Mantagua, siendo parte de los Sitios Prioritarios de Chile, identificado como el N° 26 de los 53 Sitios Prioritarios de la V Región.

Está constituido por el meandro del estero Quintero, la laguna formada en la desembocadura del estero Quintero, una albufera al norponiente llamada laguna Mantagua y el complejo dunar denominado dunas de Ritoque.

La comunidad del humedal se denomina a través de sus dos especies dominantes Typha angustifolia – Schoenoplectus californicus, ya que ellas marcan el momento más alto en la sucesión ecológica del cuerpo de agua. Dentro de esta comunidad se pueden distinguir según su fisionomía 3 espacios dinámicos que nos hablan de la comunidad en diferentes estadios. Estos son respectivamente:

Cuerpo de agua

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1. Flora palustre: corresponde a las especies estrictamente acuáticas que se desarrollan en la laguna y su afluente. Presenta especies sumergidas como Elodea potamogeton “elodea” y Myriophyllum quitense, flotantes libres como Alternanthera phylloxeroides “gamba rusa”, Azolla filiculoides “helechito de agua”, Lemna gibba “lenteja de agua”, Limnobium laevigatum “guata de sapo” y emergentes como Alisma plantago-aquatica “llantén de agua”, Sagittaria montevidensis, Veronica anagallis-aquatica y Ludwigia peploides “tangue amarillo”.

Totorales

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2. Totoral: dominado por Typha angustifolia, “totora”, que llega a formar poblaciones muy densas de hasta 3 m de alto. Se desarrolla en el sustratos inundado, es decir dentro de la laguna, canales y en las orillas. Su mayor expresión se encuentra en los bordes del último tercio del cuerpo de agua. Otras especies que están presentes son Phragmites communis “carrizo”, Hydrocotyle ranunculoides “paragüitas” y Scirpus cernuus “chascón”.

Pajonales y Vegas inundables

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3. Vega: también se puede llamar “lecho fluvial” dominada por Schoenoplectus americanus “trome” y Schoenplectus californicus “estoquilla”, que pueden formar poblaciones muy densas, de 1 m de alto en promedio. Se desarrollan en suelos saturados de agua adyacentes a las lagunas. Otras especies presentes son Equisetum bogotense “hierba del platero”, Ranunculus muricatus “caústico de vega” y Ranunculus aquatilis.

Duna libre

Dunas altas con baja o nula vegetación. Si hubiera vegetación corresponde a un matorral disgregado y cobertura de herbaceas sobre la duna moderna. Estas asociaciones vegetales típicamente dunares se encuentran formando islas o parches que se expresan durante la primavera en espacios más resguardados. Entre los arbustos se encuentran Baccharis macraei y Ephedra chilensis. Entre las asociaciones de herbáceas se encuentran Ambrosia chamissonis, Juncus sp., Astragalus amatus, Plantago hispidula, Noticastrum sericeum, Cristaria glaucophylla y Oenothera sp.

Matorral esclerófilo sobre duna

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El matorral esclerófilo sobre duna corresponde a un punto de contacto entre el bosque esclerófilo que descendía desde las quebradas y la duna libre alta. En este borde oriental de la duna mayor se pude encontrar una vegetación arbórea y arbustiva con predominio de Schinus polygama y Maytenus boaria. Entre los arbustos dominantes se encuentran Bacharis macraei, Lobelia tupa y Fuchsia lisioides.

Matorral de suelo aluvial

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En los bajíos donde se expone la paleoduna o suelo aluvial se desarrolla una mayor diversidad de flora con presencia de geófitas y herbáceas. El arbusto representativo de esta condición edáfica particular es Senecio bahioides. Le acompañan Ambrosia chamissonis, Juncus sp., Plantago hispidula, Noticastrum sericeum y Cristaria glaucophylla.

Acantilado muerto

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El acantilado muerto que ocupa el borde interior de la ruta F-30 E corresponde a una paleoduna consolidada, probablemente desde hace un millón y medio de años antes del presente, cuando el nivel del mar llegaba a sus pies. Hoy es un entorno en permanente erosión natural y que alberga una singular y poco estudiada comunidad de plantas y animales adaptadas a la vida en pendiente y vientos marinos. Las especies más frecuentes y que alcanzan en algunos caso dimensiones arboreas son: Schinus polygama, Lithrea caustica, Azara celastrina y Maytenus boaria. Sobre estos abundan enredaderas del género Dioscorea. En zonas más expuestas al clima marino y solana se encuentran: Haploppapus foliosus, Bahia ambrosioides, Puya chilensis, Eryngium paniculatum, Ageratina glechonophylla y Lobelia excelsa.

Matorral espinoso costero

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Las especies más frecuentes y que alcanzan en algunos caso dimensiones arbóreas son: molle (Schinus latifolius), molle peludo (Schinus velutinus), hüingán (Schinus polygama), litre (Lithrea caustica), corcolén (Azara celastrina) y lechón (Adenopeltis serrata). Sobre estos se encuentra la enredadera voqui negro (Cissus striata), pircún (Anisomeria litoralis) y especies de Dioscoreas. En lugares de microcuencas más húmedas y sombrías aparecen flora de helechos del género Adiantum. En torno a las especies arbóreas dominantes el matorral se cierra y densifica. Integrantes de esta expresión de matorral denso y frecuentes en zonas más expuestas al clima marino y solana, son las especies arbustivas: Baccharis macraei, Fucsia lycioides, Eupatorium glechonophyllum, Eupatorium salvium, Bahia ambrosioides, Puya chilensis, Eryngium paniculatum, Ageratina glechonophylla, Lobelia excelsa, Lobelia polyphylla y Valeriana stricta. En el límite superior del matorral, la comunidad se fragmenta producto de intervenciones antrópicas anteriores. Aquí se constituye una pradera de estrato herbáceo que forma un tapiz denso y que se proyecta de forma continua en la meseta de la terraza. Esta formación es una comunidad en sucesión que muestra los primeros rasgos de recuperación del matorral esclerófilo original con presencia de romerillo (Baccharis linearis) y quebracho (Senna candolleana). En esta pradera se encuentra un mosaico con especies dominantes de gramíneas (Piptochaetium montevidense, Aira caryophyllea, Bromus berterianus) y un conjunto importante de geófitas entre las que destacan: violeta (Calydorea xiphioides), geófita de genero endémico considerada en peligro y Alstroemeria marticorenae especie recientemente descrita.

Quebrada esclerófila costera

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La Ciudad Abierta alberga diversas quebradas sin curso de agua permanente que desembocan en el acantilado muerto. Todas ellas mantienen uno de los ecosistemas más biodiverso de la zona costera mediterránea. El bosque esclerófilo de Peumos, Boldos, Molles y Litres domina junto a una corte de especies arbustivas y herbáceas. La quebrada principal cruza la parte alta de la Ciudad Abierta. Aloja tres espacios públicos de la ciudad: el Cementerio, la Capilla y el Anfiteatro. Los temporales esporádicos que generan grandes flujos de agua han sido materia de la arquitectura y el diseño y han permitido calcular el caudal máximo de agua y proponer los elementos hidráulicos para conducirlo. El control hidráulico de la quebrada se basa en la consolidación de la superficie, evitando que ésta sea erosionada y se constituya de tal forma que drene el agua interna de las napas. En el fondo de la quebrada se construye un canal de hormigón que recoge el agua de los bordes y del total de las obras de la quebrada.

La quebrada posee una alta cobertura, lo que le da un aspecto con un dosel continuo y cerrado; sobre los árboles crecen varias lianas y en el piso algunos helechos del género Adiantum. Como especies arbóreas dominantes están el peumo (Cryptocarya alba), molle (Schinus latifolius), boldo (Peumus boldus) y corcolén (Azara celastrina); entre los arbustos se destacan el mayú (Sophora macrocarpa) y lechón (Adenopeltis serrata). Voquicillo (Diplolepis menziesii) y voqui negro (Cissus striata), son lianas comunes en este bosque. Las trepadoras soldadillo (Tropaeolum tricolor) y huanquí (Dioscorea bryoniifolia) destacan en primavera.